EL ARMARIO
Estas puertas abiertas de mi armario
son una invitación no renovada
a las memorias de antiguas vidas,
lo que a veces llamamos fantasmas.
Y es una sensación contrastante
la que hay en éste rincón conservado,
con el resto un poco arreglado de mi habitación,
el único lugar donde se me llueve el interior.
En consecuencia, hay una gotita
que según la época, me distrae y me extrae de
mi mundo, como ninguna voluntad
por la preocupación anticipada lo ha podido.
Por eso, cuando amenaza lluvia,
los fantasmas que se esconden en mi armario
dan a notar su presencia más que nunca,
bailando en mis sueños, en situaciones muy poco claras.
Luego de que todo ha pasado, mi armario
vuelve a ser el mismo lugar de siempre,
y los fantasmas pienso yo, algo cansados,
se conforman y se habitúan a los rezagos de la humedad.
A.M.A.
