De niño nunca supe bien de que se trataba, pero dicían que por la noche se aparecía, no hablo de la mano peluda golpeandome la ventana, como tampoco de la que mece la cuna, me refiero a la Mano Pachona, la cual tampoco sé, ni supe, si estaba inchada, o si era como la de los Locos Adams, o cómo estaba realmente la cosa, hasta que escuché el corrido del Cotles, de esta leyenda del norte que sigue bastante confusa, de la que todos saben todo y a la vez no saben nada.
Jackpot: Una banda injustamente desconocida
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*E*n ocasiones, la vida suele ser una perra y hay quienes salimos de un
fracaso solo para entrar a otro, chocando irremediablemente contra la misma
pare...
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