DÍAS DE SOMBRAS
En ciertas ocasiones, de día o de noche,
cuando las magras sombras me visitan
y se cuelgan como humo indiferente y egoísta
sobre el cuello del fantasma futuro que me domina,
la serenidad me lleva desvanecido por los suelos,
con una suavidad piadosa, sutil y agonizante,
como la más clemente de las asesinas,
como una guía en las peligrosas profundidades
al lado oscuro del corazón.
Recorro entonces con mis sombras
caminos de otros días y otras noches,
las calles de ayer y tal vez de mañana,
ignoradas calles nubladas a mis ojos,
sin iluminación, sin alguna esperanza.
Ahora busco ciego, un remedio, una cura,
una soga que desde lo alto del cielo me extraiga
de la oscuridad en la que por infortunio me veo;
tal vez con un recuerdo, quizás más tarde tu voz,
pueda ser la piel de papel de los inmortales poetas,
¿O por qué no?, salir solo avante de mis días de sombras,
con la escalera de mis propias letras hacia la libertad,
con palabras que conjuren un renovado sueño de soles,
iluminando las calles y sacando a flote mi martirizada voluntad.
Así siempre… en mis días de sombras
voy cual Dante, del infierno al cielo,
delgado en un solo aliento, vuelvo
de ser un muerto en espíritu… a vivir,
por las sombras de mañana, por resurgir.
Alexis Massieu Álvarez, 18/03/2010.
1 comentarios:
Hola aqui me tienes de nuevo ...rondando nocturna tus espacios ..impregnándome de tus letras y la musicalidad de tu cosmo de escencias
Hermoso y sentido poema ....beso..
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